Los cárteles mexicanos reclutan a guatemaltecos con preparación militar y para eso fingen ser empresas de seguridad privada, de acuerdo con investigaciones realizadas por la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala, país que en las últimas semanas ha recibido a cientos de chiapanecos que huyen de la violencia provocada por el narco en sus comunidades de origen.
Belteton Helver Saia, quien fue jefe de subdirección general de análisis e información antinarcóticos de la PNC, durante el gobierno del presidente Alejandro Giammatei, indicó en entrevista con El Sol de México que los narcotraficantes publican anuncios en las redes sociales o lanzan volantes en la vía pública de comunidades en las que operaban grupos armados como Los Zetas, dedicados a la producción y trasiego de droga hacia Estados Unidos.
En estos anuncios, según la PNC, solicitan personal con experiencia para trabajar en empresas de seguridad y ponen a disposición números telefónicos. Por su puesto no se dice que es para conformar un grupo delictivo, pero cuando ya están en el supuesto proceso de contratación les indican de lo que realmente se trata, ofreciéndoles entre siete mil y 10 mil quetzales al mes (de 16 mil 500 y 25 mil pesos mexicanos).
Publican anuncios en redes sociales o lanzan volantes en comunidades en las que operaban grupos armados como Los Zetas
La mira de las estructuras criminales, de acuerdo con la PNC, está puesta en exkaibiles y kaibiles en activo, como se les conoce a los soldados de élite del Ejército guatemalteco que reciben entrenamiento especializado en combate contra guerrillas, narcotraficantes y terrorismo, aunque reclutan a quien sea que sepa utilizar un arma.
Muchos, según Saia, aceptan seducidos por el dinero porque es un sueldo difícil de ganar como policía en Guatemala y los que intentan rechazar la oferta son reclutados por la fuerza bajo amenazas de muerte o hacerle daño a su familia.
El problema, de acuerdo con la PNC, es que la mayoría de los reclutados no vuelven al país, pues mueren en enfrentamientos o los grupos rivales los interceptan y los desaparecen.
El 29 de junio pasado, las autoridades policiales de Chiapas reportaron el hallazgo de 19 personas muertas en una ruta de terracería que conduce a Jaltenango de la Paz con la comunidad de La Reforma, La Concordia. Tres días después, durante su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que entre los muertos se encontraban guatemaltecos. Los cuerpos con impactos de bala estaban en un camión de volteo y en los alrededores.
El mandatario aseguró que se trató de un enfrentamiento entre grupos de narcotraficantes porque en el lugar se encontraron armas de fuego de grueso calibre.
Meses antes, el 3 de abril, López Obrador confirmó la detención de 13 guatemaltecos involucrados en otro enfrentamiento entre dos grupos del crimen organizado en la misma comunidad de La Concordia, que dejó un saldo de 10 muertos, además de los detenidos.